18 grandes ciudades españolas superan los niveles de contaminación atmosférica.
Sin embargo, sólo Madrid y Valladolid han puesto en marcha medidas para reducir este problema que provoca en España la muerte de 30.000 personas al año, según la OMS, la Organiación Mundial de la Salud.
Una capa de contaminación atmosférica cubre la ciudad de Madrid como consecuencia de las emisiones de los coches y las calefacciones. / Cadena SER
Barcelona, Guadalajara, Salamanca, Sevilla y Zaragoza han superado, al igual que Madrid, el nivel máximo de dióxido de nitrógeno, que está establecido por la normativa en 200 microgramos por metro cúbico.
Sin embargo, los ayuntamientos de estas cinco ciudades no han adoptado ninguna medida para intentar reducir este elevado índice de contaminación del aire, como, por ejemplo, informar a la población más vulnerable, reducir la velocidad o limitar la entrada de coches al casco urbano.
Esta es la denuncia que acaba de realizar la ONG Ecologistas en Acción, cuyo portavoz es Paco Segura. “Es un asunto grave”, ha advertido Segura en la Cadena SER.
Mas problemas.
Pero todavía hay más. Otras 16 ciudades de nuestro país (A Coruña, Avilés, Bailén, Barcelona, Granada, Huelva, Lleida, Madrid, Murcia, Puertollano, Santander, Sevilla, Talavera de la Reina, Valencia, Valladolid y Zaragoza) han superado el límite de otro contaminante, incluso, más peligroso para la salud: las PM10, las partículas inferiores a 10 micras de diámetro. Y de ellas, sólo Valladolid ha adoptado medidas contra el tráfico.
La contaminación del aire en España, según la OMS (Organización Mundial de la Salud) provoca más de 30.000 muertes anuales, pero sólo Avilés, Barcelona, Gijón, Madrid, Valencia o Valladolid disponen ahora de protocolos de protección de la salud.
Solucion.
Ecologistas en Acción exige a todas los ayuntamientos afectados por la contaminación atmosférica que pongan en marcha medidas, como la reducción del tráfico motorizado adoptado sólo por Madrid y Valladolid.
Porque esta organización advierte que hay sectores en la población muy sensibles a la contaminación atmosférica, como los niños, la tercera edad, las mujeres embarazadas o las personas con problemas respiratorios y cardiovasculares.
Además, este problema se ha agravado por el cambio climático, que, en países como España, está reduciendo las lluvias e incrementa las situaciones meteorológicas estables favorables a la acumulación de la contaminación atmosférica.